domingo, 26 de junio de 2016

el ángel azul
bebe
escurridizo
entre el tiempo
un suspiro




Velocidad en el universo que cae
en su gravitacional silencio
en su marea 

domingo, 14 de febrero de 2016

Cambodia

Benditos malditos

 Muni Viasa Das


 {Tres}

Homenajeamos A Huidobro con sus calcetines rojos
¡Aquí esta Vicente incorporado al torrente capital!

A Byron y sus insaciables ansias de una libertad
 Que no se haya en estas fronteras corrosivas

Ensalzamos la lírica de Rubén Darío
Y  sus horizontes índigos en florescencia

 Lautreamont nos trajo de regalo
El consejo a viva voz de don Gonzalo Rojas:
“Hay que buscar la melodía del poema”
Nos dijo con la garganta trizada

De los benditos malditos
Hemos aprendido a descubrir a la desagradable mueca
Que se esconde tras la máscara de la realidad
¡Niño terrible, ruega por nosotros!

Es la infancia tormentosa del vate
Tras los primeros atisbos de trascendencia
Y la casi obligatoria angustia por cruzar este mundo
Con la conciencia en penumbras

Muchos otros permanecen en el tintero alquímico
Poetas abuelos y bisabuelos
Generaciones enteras con sus obras y sus lapidas

Finalmente
Yo me quedo con el Baudelaire de mediados de agosto
En el ocaso del siglo XX
Que me trajo a la mujer presagiada
 En los poemas primordiales
(Los melosos y los ásperos)
Y yo la estaba esperando
A la vuelta del futuro.




XXV

Quizás hasta temeré morir allí en tus brazos
Desarraigado de todo
-me ampara su infinita entrega-
convocado a la solemne reunión de los vientos
sobre aquella isla cristalina

(Abandoné las viejas mansiones roídas
y el vuelo abierto de mis proyectos
para envolverme en tu redentora desnudez
la historia se aclara esa noche)

Olvidarás las estaciones de mi pelo de glaciar momentáneo
y la boca del Cenit triturará mis huesos sin compasión

Pero me sabré poseído de tu vientre
Mujer
de tu vientre Cataro
y bajo el arroyo de tu piel generosa
me entregaré sereno al silencio ineludible
para encarnar en embrión
de tus infinitos sueños.

1996